LA CRÍTICA FÁCIL
Personas particulares y hasta periodistas vienen apremiando a las asociaciones que convocaron y organizaron la manifestación del 11-N en Talavera para que no quede todo ceñido a esa fecha. Muchos preguntan cándidamente “¿Y ahora qué?”; otros se cuestionan de mala fe si la manifestación era un fin en sí mismo; y hay algunos que brutalmente dejan caer que, entre los convocantes, hay personas que o bien buscaban notoriedad personal (un «politicastro» lo manifestó en la Cadena SER) o bien trataban de apuntalar la ya alcanzada por méritos propios… o no. Más aún: sin distinciones de ningún tipo y con absoluta injusticia se ha tachado a todos, más o menos, de “salvapatrias”. Unos lo hacen desde el salón de su casa, vía Facebook, y otros desde periódicos subvencionados por una parte o por otra.
Verán ustedes, aunque sean compañeros míos, servidor no pone la mano en el fuego por nadie de los posibles aludidos (¡estaría bueno!), pero sí me atrevo a decir que todos siguen trabajando por el bien de Talavera de la Reina, a pesar de los pesares. Y, entre estos pesares, deseo resaltar las zancadillas, la interpretación barriobajera y el afán de monopolizar todo por parte de los partidos políticos y sus “entes” afectos, compuestos por sempiternos y detestables estómagos agradecidos.
¿Puedo explicarme? Muchas gracias… Bueno, pues sepan que anteayer se celebró en el Centro Cultural de la Puerta de Cuartos una reunión entre mandatarios de las cuatro administraciones, de una parte y varios representantes de las asociaciones que convocaron la manifestación del 11-N y que integran la llamada Mesa por la Recuperación de Talavera y su Comarca, de otra. ¿Por parte de las Administraciones?, Políticos, obvio es. ¿Por parte de la Mesa?, Ciudadanos anónimos, casi todos ellos honrados –y digo “casi” porque nunca pondré la mano en el fuego por nadie- con las mismas cuitas, ideales, ansiedades, ilusiones y buena fe que las que pudiera tener el lector.
La reunión, al margen de sus posibles resultados, supuso para la mayoría de los representantes de las asociaciones un esfuerzo previo extraordinario, pues –como comprenderán- no todos son peritos en las materias que, para bien o para mal, hubo que defender en público y con temor a las posibles réplicas: desde el ferrocarril a las infraestructuras, pasando por la sanidad, por ejemplo. ¿Y a costa de qué el esfuerzo? Pues verán: de la atención a la familia, de la dedicación profesional, del tiempo libre personal y hasta del poco disponible. Van entendiendo, ¿verdad? Pues eso.
Pues eso… Que, tras el 11-N, aún estamos en “eso”: intentando defender a Talavera sin que nadie, salvo nuestra conciencia o nuestra necesidad, nos diera vela en el entierro de nuestra ciudad y sin que nadie nos ayudara entonces ni nos ayude ahora. Pero ahí seguimos, oiga usted: a la chita callando, sin alharacas ni publicidad, y aguantando el tipo no ya ante las diferentes administraciones públicas, sino ante la misma y fácil crítica pública.
Que no, oiga, que no. Que no somos “salvapatrias” ni gente engolada que esté ahí para –digamos- “hablar de nuestro libro”. Aunque, ya digo, yo no pongo la mano en el fuego por nadie porque no quiero quemármela… como tampoco nadie querrá, por supuesto, quemarse la suya por avalar a servidor.
En definitiva, lo que este “salvapatrias” desea transmitir es que todos aquellos personajes que vienen apremiando a las asociaciones para que nada quede sólo en el 11-N y ponen en duda la voluntad de quienes contribuyeron a que esa fecha fuese histórica para nuestra ciudad, deberían dejarse de la “crítica fácil” y del postureo chulesco y exigente que parece dar el estrado, el atril, el ambón, el púlpito y las redes sociales; y nos dejen trabajar en paz. Sólo pedimos un poco de comprensión… Sólo un poquito. Y, por supuesto, menos exigencias a quienes no son profesionales de nada de lo público.
¿Les parece bien?, Gracias por entenderlo.
Javier Ramos – SOS TALAVERA
FUENTE: AHORA CLM