LOS IDIOTAS Y LA POLÍTICA (O LA POLÍTICA IDIOTA)
Esta semana pasada hemos sido testigos de uno de los escenarios más esperpénticos y absurdos que se han dado en los últimos años en nuestra ciudad. El tema en cuestión, la reivindicación de la facultad de informática en la UCLM.
Si algo venimos denunciando desde hace un año aproximadamente es la reiterada y consabida lucha política a la que nos tienen acostumbrados los grupos que manejan nuestros votos y, por tanto, nuestra delegación de la soberanía en sus irresponsables actuaciones. Sabemos que no se puede culpar de todo a la clase política -alguna parte también nos toca a los que no nos dedicamos a ello- pero poco a poco nos hemos dado cuenta de que aquella es la principal causante del lamentable estado en la que se encuentra nuestra ciudad y parte de sus habitantes.
Tres son los actores que destacan en el embrollo: el «magnífico» Rector de la UCLM Miguel Ángel Collado Yurrita; el gobierno regional con el consejero de educación Ángel Felpeto Enríquez a la cabeza; y el equipo de gobierno local con Don Jaime Ramos Torres como representante de la ciudad. Tras ocho años desde que se aprobara la implantación de la facultad de informática en la ciudad de la cerámica durante el gobierno José María Barreda Fontes y los recortes presupuestarios de María Dolores De Cospedal, frecuentes han sido las demandas, quejas y manifestaciones al respecto desde la ciudadanía. Pero hace unos días que se confirmó el desastre: el señor rector ha decidido desarrollar un grado de dietética y nutrición en vez de aquel que todo el mundo esperaba como reivindicación histórica. Cierto es que las universidades tienen autonomía para desarrollar sus planes educativos dentro del marco constitucional que les ampara y que la excusa que ha puesto Don Ángel Collado tiene cierta lógica si atendemos a que la UCLM está configurando ciertas especializaciones zonales en cuanto a sus estudios, en este caso estando Talavera dentro de las ciencias de la salud. Pero debemos que ser conscientes de que Talavera necesita un cambio radical en su sistema económico y productivo que saque a la localidad de la sempiterna crisis en la que está sumida y que apostar por las nuevas tecnologías puede ser una de las soluciones, atrayendo a estudiantes, profesionales y proyectos de investigación (también podría ser así con una facultad de veterinaria).
La polémica está servida. El gobierno regional reclama también al rector que responda a esta demanda histórica, pero en su caso desde el propio contencioso que se traen en cuanto a la financiación de la universidad regional y la diferencia de 20 millones de euros que existe entre lo que pide la institución educativa para este 2018 y lo que proyecta la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (incluida una auditoría externa). Debemos recordar que lo que piden unos y lo que pagan otros, lo sostenemos todos nosotros. Y por último el equipo de gobierno local con Don Jaime Ramos a la cabeza y el Partido Popular de Talavera actuando de una forma que no llegamos a comprender –en el fondo nos da mucha pena-, ya que la única solución a la que apelan es la de ponerse a recoger firmas como si no tuvieran herramientas y potestad administrativa para poder arreglar el asunto desde los despachos, los plenos y los parlamentos regionales, dedicándose más al postureo que al ejercicio de la política en sí. Concluyendo, nos da la impresión de que aquí cada uno actúa de cara a sus intereses, con fines de precampaña y sin contar con la opinión de los talaveranos.
Mientras escribíamos estas líneas buscábamos un título para el asunto y nos ha venido a la cabeza el verdadero significado y la procedencia de la palabra “idiota”. En la antigua Grecia se denominaba como “idiotes” a todo aquel que no se dedicaba a los asuntos públicos en beneficio de toda la comunidad, a la política, y se preocupaba más de sus asuntos privados. Posteriormente pasó al latín con el significado que designa a aquella persona que es un “ignorante”. Y ya en nuestra época se utiliza en torno aquel que se precie como “tonto o corto de entendimiento”. Un día, en una de las reuniones de SOS Talavera, un observador nos dijo que lo que estábamos haciendo también era política porque, aunque a nuestra manera, también estábamos participando en los asuntos públicos.
El caso es que tenemos la sensación que el termino “idiota” está tomando una nueva acepción en Talavera debido al asunto de la facultad de informática y ya no incumbe solo a aquel que no se preocupa de los asuntos públicos, sino que se están mezclando varios de los significados que ha tenido a lo largo de la historia. Así podríamos definirlo como “aquella persona o grupo corto de entendimiento que, dedicado a los asuntos públicos, los utiliza para sus asuntos privados o propios”