TALAVERA, TURISMO Y ¡POCO QUE VER!
Afortunadamente parece que los peores coletazos de la actual pandemia van remitiendo y el proceso de vacunación está incidiendo en una mejora de nuestras vidas en todos los aspectos. Es tiempo de esperanza, sí, crucemos los dedos y seamos prudentes. Y dentro de esa esperanza esperamos que los visitantes vuelvan a pasar por nuestras calles, museos, hoteles, comercios y monumentos, dinamizando de nuevo y un poco la economía local y haciéndonos olvidar tiempos peores. Desde que el pasado 9 de mayo el estado de alarma desapareciera, ya se ha empezado a notar movimiento, ganas y sobre todo reservas. No hay que ser muy listo para darse cuenta, solo hay que darse una vuelta por las plataformas digitales de alojamientos y eventos turísticos para verlo.
Pero para que la cosa vuelva a su cauce tiene que haber oferta turística. ¿De qué sirve tener presencia en FITUR 2021 -por cierto, con el mismo vídeo promocional que el año pasado- si con el eslogan de “¡Talavera, mucho por ver!” los visitantes no pueden “ver” nuestros monumentos?
Sí, hablamos de monumentos, porque Talavera de la Reina tiene unos cuántos de ellos declarados de forma legal y registrados como tal en el Ministerio de Cultura, aunque ahora parece que no existen para la promoción turística de la ciudad. De hecho, de ellos solo hay información en la página web de turismo del Ayuntamiento pero, ¿podemos acceder a ellos? ¿podemos conocer su interior y las joyas que guardan dentro?
Al respecto, el acceso a los monumentos declarados Bienes de Interés Cultural es un una obligación democrática para el disfrute de los ciudadanos y su prohibición es un atentado contra la cultura, la educación y desarrollo de la sociedad en su conjunto. De estos monumentos, muchos son templos que componen nuestro acervo patrimonial y son iconos de nuestro paisaje urbano, algo que ha pertenecido y pertenece a esta “identidad” tan talaverana que se pretende vender al recuperar figuras como el Hércules romano mediante.
No importa que sean grandes o pequeños, todos estos monumentos tienen su importancia y su interés para los talaveranos y visitantes. Hablamos de 4 de ellos: Iglesia de Santa María, Iglesia de Santiago, Basílica de Nuestra Señora del Prado e iglesia de San Andrés.
Recordamos que en tiempos prepandémicos, y procedente del anterior gobierno local, el ayuntamiento de Talavera de la Reina llegó a un acuerdo-convenio con el Arzobispado de Toledo por el cual se puso en marcha un sistema de pulsera turística que diera acceso a dichos templos. (https://pulseratalavera.com/) Dicho sistema se utiliza desde hace mucho tiempo en ciudades tan importantes como Toledo (Toledomonumental) o en otras más pequeñas como Barbastro. Con aquella pulsera turística, los visitantes de la ciudad podían acceder a estos cuatro monumentos talaveranos por el módico precio de 7 euros (algo muy normal de cara a mantener el patrimonio y práctica común en otros lugares), además de disfrutar de nuestra ciudad en el desplazamiento a pie entre los mismos. Bien, pues la pulsera sigue fuera de juego debido a pesar de que la pandemia va remitiendo, sin que sepamos muy bien por qué, cuando vemos como Toledo se llena de visitantes durante estas semanas.
Pero hay algo mucho peor en este asunto. La pulsera daba acceso de forma gratuita a todos los talaveranos que quisieran disfrutar de dichos monumentos, manifestando, de esa manera, el carácter democrático del acceso a la cultura y la educación de forma gratuita. Su desaparición o “no” puesta en marcha de nuevo está impidiendo que grupos de escolares, estudiantes, familias y excursiones organizadas no puedan disfrutar el patrimonio talaverano en todo su esplendor. Y más, con ello también se ataca a los profesionales del sector, ya que tenemos constancia que la pulsera talaverana daba trabajo a personas de forma directa que controlaban los accesos, su venta, guías…además de otras tantas indirectas que tienen que atender a los visitantes (bares, restaurantes, alojamientos).
Hemos considerado ser prudentes y cautos respecto a la evolución del turismo en la ciudad debido a la COVID-19, pero estamos despertando del letargo, y nos hemos dado cuenta que la oferta turística local lo está haciendo a su vez de una forma descompasada y desequilibrada. Está muy bien eso de vender nuestra artesanía allende los mares o en la propia Cochinchina, nos alegramos por ello de corazón, pero consideramos que hay que cuidar todos los aspectos y áreas turísticas de la ciudad por igual. De no ser así, comenzamos a caer en errores del pasado reciente y podemos empezar a sospechar que, a lo mejor, existen otros intereses ocultos que estén llevando a esta situación del “tú sí, tú no”, algo que no beneficia en nada a los talaveranos y a su ciudad.
LA PANDEMIA YA NO VALE COMO EXCUSA.
Comisión de Patrimonio, Artesanía y Turismo – Asociación SOS Talavera y Comarca