DEL MUSEO Y OTRAS HISTORIAS

Que el «Decálogo de Proyectos Irrenunciables para Talavera» se ha convertido en una morgue donde los cadáveres se amontonan y ninguna administración ha sido capaz de evitar la muerte de muchos de aquellos proyectos que se firmaron como imprescindibles tanto por los sindicatos, partidos políticos, asociaciones, federaciones y el Ayto. Talavera de la Reina, es algo fehaciente. Por eso hoy queremos destacar aquel punto relativo al Patrimonio Histórico Artístico de nuestra ciudad.

Muchos han sido los colectivos, asociaciones y personas de la cultura de Talavera que vienen demandando una especial atención en lo que respecta a la creación de un Museo de historia y arqueología de Talavera y sus comarcas desde hace bastante tiempo. Se considera como algo necesario para la identidad colectiva de la ciudad y ayudaría de una manera indiscutible al turismo, la educación y el desarrollo económico de Talavera, además de recuperar el inmenso patrimonio diseminado en fondos y colecciones de toda España (Museo de Santa Cruz, Museo Arqueológico Nacional, Museo de Burriana, Museo de Artes Decorativas, colecciones privadas, etc…).

Al respecto no deja de sorprendernos que en el debate sobre el estado del municipio de octubre de 2017, una de las mociones que se presentó fue la de “Proyecto y materialización del museo histórico y arqueológico de Talavera y sus antiguas tierras”, recibiendo el voto desestimatorio por mayoría de los grupos del PP y Ciudadanos, y ahora, unos meses después, y dentro del Plan Estratégico Talavera 2025 y a escasamente un año de las elecciones, la portavoz municipal y concejal de Urbanismo del ayuntamiento (del mismo grupo que votó en contra) señale la necesidad de que Talavera cuente con un museo que explique los orígenes y la historia de la ciudad, apoyada en una reunión con profesionales del ámbito de la arquitectura, el urbanismo y la arqueología.

¿Qué nos enseña esto y a qué conclusiones llegamos?
Que el manido Decálogo se enseña y se saca del cajón cuando a algunos le interesa, cuando es que no, pues se vota en contra; que si ahora se hacen reuniones con profesionales implicados, nos preguntamos por qué no se hicieron de cara al Decálogo y no ahora a vista de un incierto futuro 2025 y con las elecciones cerca; que los administradores piensan más en el beneficio inmediato que en el desarrollo de la ciudad a largo plazo; y que además se piensan que somos o que nos toman por idiotas, cuando ya explicamos en artículos anteriores de dónde procedía etimológicamente esta palabra.